martes, 27 de mayo de 2008

Chicle

Estaba yo entretenidísima en una mesa cuyas sillas quedaban pegadas a la ventana del primer piso de algún lugar, inventando una oda a la mediocridad, cuando de pronto volteé y vi:


¿Qué es eso? Pues, ¡un chicle!


Ojalá le pudiera dar un chicle a Wilfrid, ¿podrá comer chicles? ¿Tendrá enzimas chiclolíticas? ¿Los digerirá? ¿Les cambiará el sabor? ¿Los transformará en polvo de estrellas?


Me pregunto (también) si el estado grasoso actual de mi mantarraya voladora englobará al chicle; de esta manera podría averiguar la ruta metabólica y alcanzar la gloria científica. Porque, estaría exterminando el chicle de lugares no aptos para materia chiclosa.

Todo un servicio ecológico.

Sería la eliminación de un simple chicle, pero un gran paso para la humanidad. No sabría explicar su importancia, pero en verdad la tiene.

sábado, 10 de mayo de 2008

Cientificidad artística con mensaje subliminal


jueves, 1 de mayo de 2008

Wilfrid salvajemente esférico

Estoy muy preocupada, Wilfrid ya no puede volar:


Ahora se limita a realizar pequeños balanceos por el suelo. A veces rebota. Y no es gracioso; es triste. El otro día le escuché un sonido similar al Cui Cui de los marranitos.

Una foto que captura aquellos momentos de gloria, titulada:

"El vuelo áureo de la mantarraya"


Ante tal situación rápidamente acudí a mi laboratorio, y le realicé un perfil bioquímico. Los resultados fueron alarmantes:



Es una lluvia tropicosa de grasa.

¿Qué alimentó su mantarrayesco cuerpo para alcanzar dicha concentración de moléculas tóxicas? Hablando en forma cruda, ¿qué se tragó?, o si otra correción es admisible: ¿Qué no se tragó?

Pido sugerencias porque no encuentro la forma de enfocar la investigación, ¿qué marco científico estadístico consideran pertinente establecer?